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jueves, 7 de febrero de 2013

Toro Sentado


Tatanka Iyotanka, más conocido como Toro Sentado (en inglés Sitting Bull, enLakhotaTȟatȟaŋka IyotȟaŋkaGrand River, actuales Estados Unidosca. 1831 – ibídem, 15 de diciembre de 1890) fue un jefe nativo norteamericano de la tribu de lossioux.
Era considerado un líder espiritual de los lakota, y también fue elegido como jefe supremo de toda la nación siux, cuando se incrementaba el acoso del ejército estadounidense sobre sus tierras ancestrales. Sin embargo, la rendición de los nativos era inevitable, por lo que decidió refugiarse en Canadá en 1877, aunque regresó a los Estados Unidos cuatro años después para entregarse a las autoridades gubernamentales.
Pasó los últimos años de su vida en la reserva de Standing Rock, y formó parte del espectáculo de Buffalo Bill. Fue asesinado mientras un grupo de policías lakota ejecutaba su captura, ya que se le acusaba de instigar una nueva rebelión de los nativos.

Toro Sentado nació en el territorio del Grand River en Dakota del Sur, en el seno de la tribu hunkpapa. Fueron sus padres Sitting Bull y Her-Holy-Door, quienes le pusieron por nombre Jumping Badger (Tejón Saltarín), cuando nació. Su infancia transcurrió sin sobresaltos, y era llamado por sus amigos «Slow» (el sosegado), ya que tenía una conducta muy meticulosa. Sin embargo, a los doce años demostró su intrepidez cuando montó un joven búfalo que había tratado de embestirle, y por esa hazaña su padre organizó una fiesta en su honor.
A los catorce años, su padre le regaló una macana. Dicho objeto tenía un significado especial para los nativos, ya que si el joven lograba golpear un enemigo en batalla, le podría dar mucho prestigio. Tejón Saltarín tuvo esa oportunidad cuando enfrentó a un bando crow en su primer combate. En la refriega logró apalear a un contrincante, por lo que su coraje quedó demostrado. El padre, henchido de orgullo, le renombró Sitting Bull o Toro Sentado (Tatanka-Iyotanka), en la ceremonia que ganó el estatus de guerrero. El apelativo hace alusión a la tozudez del animal cuando se encuentra sentado en sus ancas.
A la edad de quince años, el joven guerrero sufrió su primera herida en batalla, durante un asalto sobre los caballos de la tribu crow. Llegado el momento de encarar a su enemigo —ambos armados con escudos y rifles—, recibió un balazo en su pie izquierdo que le dejó cojo de por vida, mientras él acabó con la vida del crow con otro disparo y una herida mortal con su cuchillo.
Alrededor de los 25 años de edad, Toro Sentado tenía su prestigio bien cimentado. Había logrado expandir los territorios de caza de los siux, y llegó a convertirse en caudillo de los grupos tribales, especialmente de los Silent Eaters, que se caracterizaban por sus virtudes guerreras. Precisamente, en el campo de batalla había demostrado su fiereza, pero también su sabiduría y generosidad eran notables, las cuales demostraba con el aprecio a los niños y desfavorecidos; el esmero por buscar la solución pacífica a los conflictos; y el cariño a los animales. Por ello, en 1857 se ganó la designación de jefe tribal. Además, se hizo conocedor de la espiritualidad lakota, por lo que también se le reconoció como chamán y curandero. Todos esos méritos le convertían en un líder espiritual.

Entre los años 1863 y 1868, el ejército estadounidense hacía incursiones en el territorio de los lakota, especialmente sus campos de caza, lo que provocaba continuos conflictos. De hecho, a raíz de una rebelión de la tribu siux santee en Minesota, se realizó una intensa campaña militar en la que Toro Sentado tuvo su primera batalla ante las tropas gubernamentales en junio de 1863. En 1864, volvió a pelear en la batalla de la montaña Killdeer, y también dio albergue a los sobrevivientes de la masacre de Sand Creek en elTerritorio de Colorado, que había sido ejecutada por los militares en tribus cheyenne y arapajó. Ese mismo año, la señorita Fanny Kelly cayó como rehén de los siux por cinco meses, y pudo conocer a Toro Sentado. Ella daría testimonio de la hospitalidad del jefe tribal con estas palabras: «Era cortés y afectuoso con su esposa e hijos, y se comportaba de igual manera con los forasteros. El tiempo que me mantuve junto a ellos, la comida escaseaba, y tanto Toro Sentado como su esposa preferían pasar hambre con tal de alimentarme. Mantengo un lugar para ambos en mi corazón».
Para 1865, mientras se encontraba en el Territorio del río Powder, lideró una ofensiva sobre el fuerte Rice en Dakota del Norte. Dos años después —respetado y reconocido por su arrojo, a lo que se sumaban las cualidades innatas de diplomático y buen orador—, fue elegido como el jefe máximo de la nación siux, mientras que Caballo Loco le seguía en el mando

Para 1890, Toro Sentado recibió la visita de Kicking Bear quien le informó de la Danza de los espíritus, una ceremonia que profetizaba el retorno de las antiguas tradiciones nativas y la recuperación de las tierras tomadas por el hombre de piel blanca. El jefe tribal se mostraba escéptico del ritual, pero de todos modos dejó que su gente la practicase si lo consideraban necesario.
Pronto la ceremonia cobró tanto auge entre los nativos, que fue considerada como un brote de rebelión por el gobierno. Tropas militares fueron enviadas a las reservas, y el mismo Toro Sentado, quien no tenía nada que ver con el hecho, fue considerado como el poder detrás de la «maligna práctica religiosa». De inmediato, el agente gubernamental a cargo de los lakotas envió una patrulla conformada por nativos para arrestar a Toro Sentado y obligarle a terminar la ceremonia. Cabe agregar que el jefe tribal había tenido una visión tras su retorno a la reserva, en la que un pajarillo posado en una colina le había anunciado que sería asesinado por los mismos lakotas.
Antes del amanecer del 15 de diciembre de 1890, cuarenta y tres patrulleros lakotas se presentaron a la cabaña de Toro Sentado quien aún dormía. El jefe tribal asintió a acompañarles y mandó que su caballo fuese ensillado. Sin embargo, ya cuando se marchaban, un grupo de fieles de la Danza de los espíritus retó a los policías. Uno de ellos, Catch-The-Bear, sacó su rifle y disparó al teniente Bull Head, quien al responder al ataque hirió a Toro Sentado, y posteriormente el agente Red Tomahawk le remató con un disparo en la cabeza. Luego los policías se dirigieron adentro de la cabaña donde se encontraba Crow Foot, el hijo del jefe tribal, quien también fue asesinado. La refriega terminó con la vida de otros policías, antes que las tropas acudieran a ayudarles.
El cuerpo de Toro Sentado fue enterrado en el cementerio del fuerte Yates. Para 1953, un grupo de ciudadanos de Mobridge (Dakota del Sur), con el permiso de los descendientes de Toro Sentado y del gobierno, trasladaron los restos a una colina donde se erigió un busto del jefe tribal cuyo autor fue Korczak Zoilkowski. Sin embargo, existe disputa si los restos son verdaderos. Por otra parte, en cuanto a la vida privada de Toro Sentado, se estima que desposó a cinco mujeres, con las que procreó doce hijos.